¡Pregunten a los pasajeros!

Señor Director:

Muy de vez en cuando se ve en las calles de la ciudad a grupos de transportistas que salen a ejercer control, particularmente a quienes conducen minibuses, pidiéndoles ciertos papeles que seguramente dan cuenta de que sus permisos están en regla.

Entonces vemos filas de controladores, que pasan aproximadamente de diez, pero ninguno de ellos se da la molestia de subir al vehículo para ver, por ejemplo, si hay limpieza y comodidad en los asientos. Qué bueno sería que pregunten a los pasajeros si están conformes con la atención que se les brinda para que puedan llegar en buenas condiciones y a tiempo a sus destinos.

Es que no es raro encontrar dentro de vehículos asientos tan incómodos que parece que han sido colocados para trasladar solo a personas de baja talla y que sean delgados. Ni hablar del asiento que está al lado del conductor y el de otro usuario, que a veces es tan duro y pequeño que el infortunado pasajero, además, de rato en rato tiene que colocarse de costado para que el conductor pueda usar la caja de cambios.

Sin embargo, no queda otra que subir a un minibús en estas condiciones, especialmente cuando uno vive en zonas alejadas y tiene que rezar para que los transportistas decidan llegar hasta allí oportunamente, lo que no sucede, por ejemplo, en fines de semana y feriados.

Mariana V. Crespo Y.