Legislativo es la “caja de resonancia” del Ejecutivo

El Parlamento o la Asamblea Legislativa perdió el rol fiscalizador que debe cumplir con las tareas de administración estatal que realiza el Órgano Ejecutivo ya que en todas las interpelaciones a las que fueron convocados los ministros de Evo Morales por observaciones a su trabajo, estos salieron aplaudidos por sus acciones, lo que para exparlamentarios y actuales legisladores significa que esta instancia estatal se convirtió en “una caja de resonancia” del Gobierno del MAS que ostenta mayoría absoluta.

“El Legislativo se acabó convirtiendo en una caja de resonancia del Órgano Ejecutivo. Ha perdido total capacidad fiscalizadora, porque cuando uno hace un repaso de estos años, no hay una sola interpelación que haya prosperado, habiéndose dado enormes casos, variados y cada cual con mayor gravedad de escándalo y situaciones que ha lastimado la sensibilidad de la ciudadanía”, dijo el exsenador disidente del MAS, Eduardo Maldonado.

En ese sentido ratificó, lo que se había criticado hace mucho tiempo sobre los dos tercios, que lejos de contribuir y alentar la práctica y dinámica democrática del país, lo que hizo fue asfixiar la democracia, por eso no basta romper ese poder absoluto, ahora que vienen las elecciones generales del 20 de octubre, sino que el país debe tomar conciencia de que está en una encrucijada de la cual hay que salir.

“Se debe decidir democracia o no, lo cual implica que el país en su conjunto haga un ejercicio supremo de ciudadanía, que sea capaz de frenar estos intentos enfermizos detentar el poder a toda costa que tienen el Presidente y Vicepresidente, de romper el orden constitucional y deslegitimar la credibilidad del voto ciudadano a partir del accionar doloso que hicieron las autoridades electorales”, agregó.

MENOS “PESO” POLÍTICO

En tanto, la diputada de Unidad Demócrata (UD), Lourdes Millares, planteó que como legisladores debería haber una reflexión al interior de cada uno para recuperar la transcendencia que se tiene como fiscalizadores, porque hubo épocas donde el parlamentario o asambleísta, tenía más peso político que un ministro, pero hoy en día lo que ve es que los legisladores del MAS, “tienen miedo mirarles a la cara a los ministros”, puntualizó.

Además añadió que si bien el debate y la contraposición de ideas, ya no es parte de la rutina parlamentaria, queda en evidencia que el rol de los legisladores en su afán de fiscalizar ha quedado en el recuerdo, tanto así que los parlamentarios oficialistas no pueden ejercer fiscalización ante los ministros, precisó Millares.

INTERPELAR ES UN ACTO POLÍTICO

Tiempo atrás, el exsenador Carlos Böhrt indicó que la fiscalización es un acto político, en el que podrían ejercer, tanto parlamentarios oficialistas como de oposición, pero no, más bien recurren a viejas estrategias, que antes aplicaban los partidos tradicionales.

“Han cambiado reglas en el Parlamento, por ejemplo antes las interpelaciones se las realizaba por cualquier Cámara ahora se hace necesariamente en Asamblea Legislativa Plurinacional, en el pleno de ambas Cámaras, donde los dos tercios del Gobierno inciden cualquier acción fiscalizadora previa y posterior a ésta”, señaló Böhrt.

FUTUROS JUICIOS

El diputado opositor Rafael Quispe manifestó que las interpelaciones que se ejercitan en la Asamblea Legislativa son productivas porque es materia para futuros procesos judiciales a las autoridades, este último lo que pasó con la Asociación de Productores de la hoja de oca de los Yungas (Adepcoca) se solicitará que comparezca el ministro de Gobierno, Carlos Romero.

“Hubieron varios hechos y éste último es de Adepcoca, hubo intervención sin orden fiscal ni del juez, dicen que han encontrado dinamitas y ¿Han alzado así nomás?; en el transcurso del día haremos la solicitud de interpelación, vamos a cumplir con los formalismos; y a partir del 20 de octubre va cambiar la correlación de fuerzas y ahí les iniciaremos un proceso para meterlo preso”, aseguró Quispe.