Contaminación de ríos por antibióticos

Según un estudio global realizado por AMR Industry Alliance y la Universidad de York, Inglaterra, aguas de muchos ríos del mundo están contaminadas por antibióticos que son utilizados para combatir enfermedades. Se indica que “el antibiótico más prevalente fue la trimotoprima que detectó en 307 de los 711 sitios analizados y se usa principalmente para tratar infecciones del tracto urinario”. Se señala que “los investigadores buscaron 14 antibióticos de uso común en los ríos de 72 países de los seis continentes y encontraron antibióticos en el 65% de los sitios monitoreados” (ED 28-5-19).

Creen los científicos que los estudios revelan índices de riesgo, pero que habría que estudiar detenidamente hasta qué punto pueden ser combatidos y, además, establecer, cómo tienen posibles consecuencias para el ser humano; pero, no obstante estudios que son realizados, siempre existe el peligro de encontrar en muchos ríos elementos contaminantes de las aguas, como es el caso de los precursores utilizados por los fabricantes de drogas alucinógenas, especialmente cocaína.

El estudio realizado en la institución inglesa si bien es importante para la ciencia médica, en general muy poco se ha dicho sobre el uso de químicos o precursores utilizados en países productores de droga como Colombia, Perú y Bolivia que utilizan gran cantidad de estos químicos para la fabricación de cocaína. El mismo uso se da para elaboración de otras drogas en diversos sitios del mundo.

Los ríos de los países productores de droga reciben, en grandes cantidades desechos de los precursores y, saldos de tiner, gasolina, kerosene y otros que son echados en las aguas y éstas contaminan todo a su paso hasta llegar a los océanos. Nada o muy poco se dice sobre la “importación o fabricación legal de químicos que utiliza el narcotráfico y que provee a los países productores de droga”.

Muchas veces, en Bolivia -como seguramente ocurre en Colombia y Perú- hubo sugerencias a los gobiernos para que eviten la fabricación o importación de químicos o precursores que utiliza el narcotráfico; pero ninguna incitativa o sugerencia al respecto ha servido y son muchos los turriles de químicos que circulan por estos países con destino a los laboratorios que producen droga alucinógena. Una prueba muy grande que dio Bolivia el año 1986 es Huanchaca, donde se descubrió almacenados 1.200 turriles (de 200 litros cada uno) de precursores como parte de almacenes de droga y otros encontrados en esa oportunidad.

Seguramente que la ciencia encontrará los medios para evitar consecuencias de saldos de antibióticos en aguas de ríos; pero, anexo a ello, sería conveniente que las autoridades tomen medidas en contra del libre tránsito y uso de químicos como precursores para industrializar cocaína, que producen toneladas de droga que causa millones de víctimas en todo el mundo.