Y dale con el voto joven

Los jóvenes (18 a 28 años) llegan, se dice, a un 30% de votos indecisos rumbo a los comicios de octubre, donde tendrán crucial papel: de rechazo o de apoyo al candidato ilegal; ello depende de si el gobierno ha cumplido con ellos como propone el Art. 59 parágrafo V de la CPE que establece: “el Estado garantiza la protección, promoción y activa participación de las jóvenes, en el desarrollo productivo, político, social, económico y cultural”. Lo factico es que muchas “normas” flexibles y paternales han promovido comportamientos tóxicos y caóticos en ellos. Me explico.

El año 2000 se posiciona con fuerza en Bolivia la era digital, con la presencia de internet, las redes sociales, la multipantalla (controlar varias pantallas a la vez, computadoras, teléfonos inteligentes, tablets, etc.), con acceso ilimitado a la información (que no es conocimiento), noticias falsas y memes en una chacota sin precedentes. Las relaciones interpersonales juveniles se “desdibujaron”, generando una generación digital por su excesivo uso del dedo en el WhastsApp, “robotizándose” y desdeñando sus millones de neuronas cerebrales. El gobierno no quiso percatarse del avance de ella y permitió su uso y abuso generando personas deseducadas.

Ahora, a 14 años, se dice que el 30% del Padrón electoral son eso, jóvenes indecisos que no saben por quién votar. Como no podía ser de otra manera, el gobierno sale a la palestra con ofertas: casas baratas y subvencionadas para los junior y gratis para las madres solteras; cursos de pregrado y postgrado subvencionados en un 30%, villas universitarias para que los estudiantes no paguen alquiler. ¿Podrán cumplir estas ofertas?, me temo que NO. ¿Quiénes son esos “indecisos”?, según Maialen Glabro de la UADE, serían los adoradores del WhastsApp -puede faltarles lo que sea (comida, mano, pie), jamás su celular-. Son individualistas y dependientes en exceso, cuando centran su atención en un tema es de 8 segundos y esperan que el dispositivo les dé respuestas rápidas. Por ello su pensamiento amorfo y su apego a la imitación de comportamientos profanos.

La JWT sostiene que el 84% de estos junior internautas transcurre su vida social en Facebook, Twitter, Instagram, Snapchat y el experto Tony López afirma que ocupan estos espacios para divertirse. En este escenario, según Andrés Hatum (2016), no pueden vivir sin el WhastsApp, sin la ficción virtual. Pero el MAS cree que por sus políticas flexibles y paternales, que han permitido la “desubicación” cultural de la juventud, serán beneficiados. Obsérvese en calles, plazas, colegios o universidades sus comportamientos profanos, en complemento con la modernidad, que denotan con claridad la ausencia de principios, convicción, ideología.

El candidato ilegal teme tanto una derrota, en los comicios de octubre, que ofrece lo que debía haberlo hecho en su primer gobierno. Por ello priorizan la propaganda de la gestión y se desdeña la imagen de Evo, ofertan todo y para todos, lo que prueba de que no están seguros de su “victoria”, pues no cumplieron con el Art. 59 de la CPE, en complemento con la excesiva tolerancia, flexibilidad de ese 30%, no impactan las ofertas de casas baratas, gratis, cursos de pregrado y postgrado, donde muchos no leen ni escriben, todo es mediante el celular. Por ello, con probabilidad votarán por un candidato pro cultura occidental (imperial), moderno, genuflexo a la tecnología y así seguir su jolgorio virtual.