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Las niñas:religión, premios y un cine hecho con cariño



 GALERÍA(2)

Álvaro y Diego Loayza

España, en tanto que nación, ante la historia y ante la mayoría de países vecinos, posee una particularidad: su relación (demasiado) cercana con la iglesia. Lo que ha derivado en una dinámica dialéctica que le ha permitido construir una tradición crítica, satírica o, al menos, laica del fenómeno religioso como ningún otro país del entorno y, esto, de manera privilegiada a través de la plástica, el cine o la literatura. Desde Velázquez (retratando al papa a partir de una perspectiva completamente secular, por no decir atea), pasando por Goya o Dalí, desde la picaresca del Lazarillo de Tormes hasta llegar a cineastas como Buñuel, García Berlanga o más recientemente Fesser con Camino, constatamos realmente un paradigma estético que enfoca la vivencia de la Iglesia Católica desde su lado más humano, folklórico, tradicional, político, pecador y hasta grotesco; en fin, desde su lado más profano. En ese sentido, “Las niñas” no se aleja de esa tradición que, como bien nos muestra, persistió (y persiste) hasta mucho después del llamado “destape”.

Celia es el epicentro de “Las niñas”, largometraje donde esa pequeña parece ser lanzada al medio de la tormenta, ya sea por la vorágine que le van causando los descubrimientos que se suceden a su alrededor por causa de la edad y de las amistades que paulatinamente la van rodeando y, por otra parte, los secretos que se van desvelando sobre su origen y su pasado.

Si bien Celia tiene que afrontar la mayor parte de estas epifanías existenciales en solitario, ella siempre se ve arropada por el cariño y el cuidado que le ofrece la novel directora Pilar Palomero, y sobre todo por la cámara de Daniela Cajías, que la envuelve, l a acaricia y la consuela en sus momentos más desamparados.

“Las niñas” posee muchas virtudes de carácter artístico, interpretativo, técnico o narrativo, muchas, pero creo que ninguna como el cariño que sus realizadoras le han puesto a la película, y eso se nota en cada plano, en cada situación y en la cercanía con la acompañan y con la que velan por su protagonista, la niña de 12 años, Andrea Fandos (Celia).

El viaje de Celia parte de su timidez y de su mutismo, cercada por un mundo de paredes religiosas y silencios familiares, en la que, finalmente, después de mucha agonía, decepción y pequeñas alegrías, va consolidando una visión acompañada de la permanente luz de sus ojos, va hallando y profiriendo una voz, esa voz que plasma en el último plano del filme, que cierra triunfalmente el bucle que abren con la escena inicial, que abre como si de cine mudo se tratara.

Los premios no hacen a las películas grandes, pero cuando una película intimista, independiente y carente de fuegos artificiales vence –lo que ocurre a “Las niñas”, con su triunfo en los Goya– enaltece a la instancia que premia, por no girar la mirada hacia la grandilocuencia, soslayando el milagro del detalle revelador que ofrece un cine como el que propone esta película. Que haya sido premiada como la mejor película del año, que presente a Pilar Palomero como la mejor directora primeriza y que Daniela Cajías haya triunfado como fotógrafa portando la égida de mujer y migrante boliviana (inédito en la historia de los premios Goya), convierte la conquista de “Las niñas” en algo trascendente y que permite ilusionar a los que creen en un cine hecho con menos florituras y no tanto dinero, pero con mucho talento y, sobre todo, un enorme cariño por sus personajes y por las historias que quieren narrar.

Sobre “Las niñas”

La película multiganadora de este año en los Goya se trata de la obra prima de la directora y guionista Pilar Palomero que nos transporte a 1992 donde Celia, de 11 años, es una niña que vive con su madre y estudia en un colegio de monjas en Zaragoza. Sin previo aviso irrumpe Brisa, una nueva compañera recién llegada originaria de Barcelona, que lleva a la protagonista a una nueva etapa en su vida: la adolescencia. En este viaje, en la España de la Expo y de las Olimpiadas del 92, Celia descubre que la vida está hecha de muchas verdades y algunas mentiras.

“Las niñas” en definitiva ha sido la gran ganadora de esta versión Goya y a continuación le compartimos todas las categorías y premiaciones donde manda sin lugar a discusión:

2020: Premios Goya: Mejor película, guion, dirección

novel y fotografía

2020: Festival de Málaga: Biznaga de Oro a mejor

película, fotografía y Premio Feroz

2020: Premios Forqué: Mejor película

2020: Premios Feroz: Mejor película, dirección y guion

2020: Premios Gaudí: 13 nominaciones, incluyendo

mejor película en lengua no catalana

Vale la pena aclara que los premios Goya vienen a ser los más mainstream sobre todo por estos lares, sin embargo, diferentes premiaciones de cine en España y Europa se han rendido ante “Las niñas”.

Sobre los premios Goya

Los Premios Goya, o los Goya como se los conoce popularmente, son los galardones otorgados de forma anual por la Academia de las Artes y las Ciencias Cinematográficas de España con el objetivo de premiar a los mejores profesionales en cada una de las distintas especialidades del cine español. Nombrados así en honor al pintor español Francisco José de Goya y Lucientes, o simplemente Goya, cuyo trabajo ha sido elogiado frecuentemente hasta nuestros días por obras tan precisas como polémicas como su “Maja Desnuda”, de donde el origen de la modelo de la pintura todavía es incierto, solo por mencionar algo. Los entendidos en el tema aseveran que Goya tuvo un concepto pictórico cercano al cine denominado arte secuencial, el cual se basa en utilizar una sucesión de imágenes para dar la sensación de movimiento.

El premio Goya en sí consiste en un busto de Francisco de Goya realizado en bronce por el escultor José Luis Fernández y la primera estatuilla que se entregó fue obra del destacado escultor Miguel Ortiz Berrocal; se trataba de una escultura desmontable de 15 kilogramos de peso y de la que salía del busto de Goya una cámara.

Nuestra coterránea Daniela Cajías hizo historia en la última premiación de los Goya al ser la primera mujer que gana el Premio Goya a Mejor Dirección de Fotografía en solitario, brillando en la entrega a cargo de la Academia de las Artes y las Ciencias Cinematográficas de España.

Daniela se hizo con el galardón por su trabajo de fotografía en la película “Las niñas”, que paralelamente obtuvo nueve nominaciones en estos galardones, de las cuales ganó cuatro. Casi nada. Además de hacerse ganadora en la mencionada categoría, la cinta ganó también como mejor película y por mejor dirección novel y mejor guion original.

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