Delincuente usaba redes sociales para atraer jóvenes y prostituirlas

Autoridades de la fuerza anticrimen alertaron sobre el uso de las redes sociales, como el Facebook, para atraer a jóvenes mujeres y prostituirlas. Resultado de un seguimiento el fin de semana lograron dar con Jilmar Ignacio C., de 25 años, a quien sindican de reclutar jovencitas para dañarlas.

Esta actividad la estaría realizando desde hace dos años, ofreciendo a sus víctimas hasta seis mil bolivianos de ganancia por día. Se dijo que este individuo las retenía y ofrecía a los eventuales clientes que los contactaba por medio del Faceebok.

Según el director departamental de la fuerza anticrimen, coronel Juan Sanjinés, el pasado viernes los padres de una menor de edad denunciaron la desaparición de su hija y junto con los investigadores inició su búsqueda. A partir de ese momento el principal indicio fue una cuenta de Facebook. En la investigación se encontró que la joven había entablado amistad con una persona sospechosa, de nombre Jhosep Durán.

Tras un seguimiento se llega hasta el alojamiento Las Flores, en La Paz donde se arresta a Daniel V. C. de 27 años, a quien lo sorprendieron en compañía de la menor. Este sujeto habría contratado los servicios de la joven para mantener relaciones sexuales.

Sanjinés explicó que luego de interrogar a Vila, se estableció que Jhosep Durán era el nombre ficticio del cabecilla de esta red de trata y tráfico de personas, siendo en realidad Jilmar Ignacio C., quien se encontraba en camino hacia La Paz, desde Cochabamba y al que se logró capturar en la calle Yungas.

MODUS OPERANDI

Luego de su arresto, se estableció que el sospechoso mantenía el control de 25 jóvenes a las que explotaba ofreciéndolas como trabajadoras sexuales.

Los investigadores concluyeron que mediante un nombre ficticio y publicaciones en la página de Facebook hacía el contacto, luego de conseguir que las menores le confesaran el estado de relación con sus padres, las necesidades económicas que tenían, confirmaba que eran vulnerables y las citaba.

Las llevaba a comer, les hacía regalos caros y luego de darles adelantos de 500 ó 700 bolivianos, las convencía para que mantengan relaciones sexuales con gente desconocida.

Tras las primeras indagaciones se determinó que el sujeto habría estado realizando la trata y tráfico de personas desde hace dos años. "Sin embargo hay que establecer otros lazos y nexos que este sujeto tuvo con otras personas, pero ya tenía a 25 señoritas que trabajaban para él y también tenía varios clientes a los que las ofrecía con el rótulo de colegialas menores", concluyó Sanjinés.