Chile nuevamente en apuros

En las últimas semanas se multiplicaron las voces y actitudes de respaldo a la demanda marítima boliviana, que radica, desde abril de 2013, en la Corte Internacional de Justicia de La Haya.

Tales hechos incomodaron a quienes están encaramados en La Moneda. Esos indicios, con un alto contenido de solidaridad, nos persuadieron a los bolivianos y bolivianas a no desmayar en el histórico propósito de recuperar el derecho que nos asiste sobre el océano Pacífico, mediante la equidad de la justicia internacional, es decir con acciones estrictamente civilizadas.

En consecuencia el organismo Internacional para la Educación de América Latina (IEAL) se pronunció porque “se concrete un acceso soberano del Estado Plurinacional de Bolivia al océano Pacífico”. Esto ha ocurrido en fecha 9 de julio de 2014, en San José de Costa Rica.

Asimismo el Comité de Reencuentro Chileno – Boliviano, mediante carta dirigida a la señora Michelle Bachelet, ha planteado diálogo, en la perspectiva de ceder un territorio marítimo a favor de Bolivia. “Planteamos iniciar un diálogo fructífero con el Gobierno boliviano, para encontrar una solución digna y en justicia al enclaustramiento de nuestros hermanos e inaugurar un nuevo tiempo de entendimiento, que será fuente de felicidad para todos quienes componemos este espacio que habitamos, en el horizonte del buen vivir”, indica dicha carta. Ver la prensa nacional de jueves 21 de agosto del año en curso.

Y en las ciudades chilenas de Iquique y Alto Hospicio circularon bolsas plásticas con la leyenda boliviana de: “El Mar nos pertenece, recuperarlo es un deber” (El DIARIO, agosto domingo 24, de 2014). Por lo visto la pretensión de retornar a las costas del Pacífico, detentadas hoy por el invasor de 1879, se ratifica, con uno u otro hecho, tanto aquí como allí. Es una señal que venciendo las minadas fronteras del país vecino, ha provocado la irritación de quienes tratan de tergiversar el recurso legal interpuesto por Bolivia, en contra de Chile, en el Tribunal de la Organización de las Naciones Unidas (ONU).

Chile, para el colmo de males, fue sorprendido, a fines del mes pasado, por un sismo de 6.2 grados Richter, que sacudió la zona central. “En la Región Metropolitana de Santiago unas 100.000 personas se encuentran afectadas por las interrupciones de energía eléctrica y el pánico que invadió en los habitantes que recordaron el terremoto de 2010 que dejó grandes destrozos”, señala la información proveniente de Santiago de Chile (EL DIARIO, agosto 24 de 2014).

Pero el tema marítimo, pese a estos problemas, continúa provocando prurito en Chile, con la seguridad de que Bolivia, tarde o temprano, logrará reinsertarse en el seno de los países con cualidad marítima.

Este conflicto estará vigente, profundizando el diferendo boliviano - chileno, en tanto el usurpador no tenga la voluntad política para restañar la herida que sangra, ahora más que nunca, debido al desmembramiento de nuestro Litoral, cuyos recursos naturales lograron el engrandecimiento económico del vecino.

En suma: el tema marítimo boliviano puso, nuevamente, en apuros, a quienes objetaron a la Corte Internacional de Justicia, en la demanda respectiva.