Empresarios y dirigentes destacan aporte de EL DIARIO al desarrollo

Directivos de importantes entidades privadas y públicas expresaron que, desde su fundación, un día como hoy, en 1904, el Decano de la Prensa Nacional ha escrito la Historia de Bolivia, en circunstancias cuando el planeta acababa de inaugurar el Siglo XX, que sería testigo de dos conflagraciones, que reconfiguraron la correlación de fuerzas y el mapa político mundial.

ALGO DE HISTORIA

EL DIARIO se fundó el 5 de abril de 1904 en los albores del Siglo XX, bajo la dirección del Dr. José Carrasco Torrico, connotado político, constitucionalista y miembro del partido liberal que en ese tiempo gobernaba el país bajo la presidencia del mayor general José Manuel Pando Solares.­

Bajo los pilares de Dios, Patria, Hogar y la célebre frase: “La prensa hace luz en las tinieblas y todo cuanto existe de progreso en el mundo, se debe a su inagotable labor”, escrita en su primer editorial, fueron los principios fundamentales con los que nació y se mantienen hasta la fecha.

Por la Redacción y Dirección pasaron connotados hombres de letras e intelectuales de primer nivel como Dn. Franz Tamayo, creador de la Pedagogía Nacional y el más preclaro pensador boliviano del Siglo XX.

PRIMERA EDICIÓN

El primer número de EL DIARIO salió a la  luz pública en la tarde del martes 5 de abril de 1904, en tamaño tabloide y solamente de ocho páginas y con una característica, que ya no es norma en los periódicos de la actualidad, en su primera página no estaban registradas noticias de ninguna índole, sino dos avisos en toda su extensión, el logotipo y  otros detalles referentes a la circulación del nuevo medio de comunicación.

INDEPENDENCIA

La publicidad, que distinguió al Decano de la Prensa Nacional en el  transcurso de su vida, fue y es la base de su independencia, por cuanto con ella financia sus costos sin acudir a la subvención logrando plena libertad para emitir su opinión, sin las limitaciones que impone el depender económicamente de corrientes políticas, confesionales o de cualquier índole que distorsionan lo que debe ser realmente el periodismo.