Investigadora Ofelia Michel
• Esta figura jurídica le permitirá al país, en el Tribunal de La Haya, decir su verdad, mostrar los innumerables estudios, negar los argumentos chilenos como declaraciones y otros documentos obtenidos de distintos gobiernos sin respaldo técnico científico, según la escritora
Ante la memoria presentada por Chile en la Corte Internacional de Justicia de La Haya contra el Estado por el Silala, Bolivia debe responder hasta el 3 de julio con una contrademanda que permitirá descartar los argumentos del estado vecino que desde hace más de 100 años hace uso arbitrario de los recursos hídricos de los manantiales que nacen en territorio boliviano.
El criterio fue expresado por la investigadora y escritora Ofelia Michel Rico, quien sostuvo que si Bolivia responde con una simple contra memoria, como insiste en plantear el actual gobierno, “habremos perdido de hecho los manantiales del Silala, porque sería aceptar los términos falaces que Chile expone y callar sobre otros asuntos que Bolivia debe denunciar”.
Para Michel, la reconvención o la contrademanda es la única figura jurídica que le permitirá a Bolivia decir su verdad, mostrar los innumerables estudios, negar los argumentos chilenos como declaraciones y otros documentos obtenidos de distintos gobiernos sin respaldo técnico científico, los mismos que hay que rebatirlos. “Chile no habla de las concesiones, de las perforaciones, de las canalizaciones y otras obras de ingeniería realizados en territorio boliviano sin autorización, prácticamente se trata de presentar otra demanda contra Chile”, puntualizó.
Recordó que el año 2006, Chile planteó astutamente la agenda de 13 puntos, que solo sirvió para distraer por más de 10 años, puesto que le permitió a Chile planificó la actual demanda desde que se le anunció la interrupción del flujo de agua a partir del año 2000.
Después de la revocatoria de concesión, dijo que el año 1997, Chile cambiando de estrategia procede al desmantelamiento de los canales desde los ojos de agua en territorio nacional, para que después a estas alturas del año 2018 desaparezcan esos canales y tengan una apariencia de curso de agua continuo” es decir un río.
Asimismo, manifestó que Chile tampoco habla de la comercialización ilegal de las aguas y que la concesión para los ferrocarriles solo fue un pretexto, ya que requerían 0,6 litros por segundo y se llevaban 6.600 litros por segundo, engaño desde un inicio.
Frente a esta irregularidades, Bolivia deberá denunciar los desvíos de ríos internacionales sin consentimiento del Estado, provocándoles un daño irreparable y un atentado los derechos humanos de muchas poblaciones bolivianas, otros actos unilaterales son las perforaciones muy cerca de la frontera donde extraen aguas bolivianas desde el año 2002 con la consecuencia de que muchos lagos y lagunas aledaños han disminuido. Asimismo, los manantiales de 142 hectáreas se han reducido a media hectárea hoy en día. Todas estas denuncias solo podrá hacerlo si plantea reconvención o contrademanda.
ESTUDIOS
La investigación realizada por Ofelia Michel, se refiere a muchos estudios que están en la Cancillería, este año 2018 la Universidad Tomas Frías de Potosí, presento públicamente nuevos estudios donde ratifica que se trata de manantiales cuya recarga se encontraría en acuíferos muchos más profundo, cotas arriba dentro del territorio Boliviano.
“No confiamos en que el actual Gobierno asuma una defensa coherente y patriota en favor de Bolivia, porque el año 2008 el ex vicecanciller Hugo Fernández y Alberto Von Claveren de Chile suscribieron una declaración, y el año 2009 firmaron un preacuerdo entre Hugo Fernández con María Teresa Infanta de Chile en presencia del canciller Choquehuanca, donde regalaron el 50% de los manantiales del Silala y le perdonan a Chile la deuda histórica”, puntualizó
Michel dijo que el 6 de agosto del año 2017 el presidente Morales ha señalado que en el tema Silala: “no le interesa ganadores ni vencidos”, asimismo, la Cancillería el año 2016 edita una revista donde sostiene que existe el río Silala, apoyando la tesis chilena. Todas estas denuncias Bolivia solo podría hacerlas con la figura jurídica de Reconvención o contrademanda. Y si no lo hiciera así, estaríamos definitivamente ante una traición a la Patria, un fraude y hay que demandarles por ello”.
PROPUESTA
Según la investigadora y escritora Ofelia Michel Rico, Bolivia en la reconvención o contramemoria debe plantear los siguientes aspectos:
1.- Demostrar el derecho propietario de Bolivia sobre los manantiales del Quetena (Silala) que determinan su naturaleza y origen fósil de 10.000 años de antigüedad de la última era glacial que nacen y mueren en territorio boliviano, que las aguas que cruzan la frontera son aguas subterráneas de acuífero y cuenca cerrada arreica inmóvil, que dicha cuenca fue perforada por bajo nivel freático y conducidas las aguas por canales artificiales y tubos subterráneos; no existe cuenca hidrológica que compartan ambos países, por ser zona desértica no llueve, no existe río ni sistema hidrológico y no se puede dar el ciclo del agua. Por lo que Chile no sería un país ribereño por lo que no tiene derecho al uso equitativo ni razonable. Como señala la convención y normas de Helsinki.
2.- Una vez suspendida la concesión del año 1997 y adjudicada a una empresa boliviana para que administre las aguas, Chile cambia su estrategia invade territorio boliviano desmantela las canalizaciones y corta tubería subterránea preparando su actual demanda para que después de 17 años se hayan borrado la evidencias de las mismas y las aguas tenga la apariencia de río. Chile planificó la actual demanda desde que se le anunció la interrupción del flujo de agua del año 2000. Por todos estos aspectos, Bolivia deberá pedir a la CIJ pericia y verificación de estas denuncias así como estudio de impacto ambiental y cobrar el monto cuantificable por el uso ilegal de las aguas, que son: Un mil ochenta y dos millones, trescientos quince mil quinientos veinte 00/100 dólares americanos.
3.- La concesión fue otorgada para alimentar los ferrocarriles, pese a ello desde un inicio la compañía Railway y el Estado chileno usaron ilegalmente las aguas para comercializarlas en territorio chileno, ganando millonarias sumas de dinero, pese a ello, la privada FCAB y la estatal chilena Codelco se niegan a pagar la deuda. El pago del 100% de la deuda histórica por el uso ilegal de dichas aguas debe cobrársela al Estado Chileno. Asimismo, debe denunciar que Chile ha asumido que el tema del uso de las aguas del Silala, como un asunto entre Estados unilateralmente.
4.- El uso de los cursos de agua ríos y cuencas internacionales, se rigen por el Derecho Internacional Consuetudinario; pero aquellos con fines distintos de la navegación quedan demostrados por la “Convención sobre el derecho de los usos de los cursos de agua internacionales para fines distintos de la navegación” normados por la convención de Helsinki. Por lo tanto, ninguno de estos instrumentos jurídicos aplicaría a los manantiales de origen fósil, ni a la cuenca arreica al que pertenece, por lo que Bolivia deberá plantear a la CIJ, la inaplicabilidad de la norma interpuesta por Chile; de esta forma exigir al Tribunal declare el 100% de la soberanía de los manantiales de Bolivia.
Finalmente, por lo expuesto, la investigadora Michel sostiene que el actual Gobierno boliviano tiene todos los argumentos y estudios para la defensa de nuestros preciados manantiales y si no plantea la contrademanda, entonces habrá que procesarlo por alta traición a la Patria.
“Pedimos a la sociedad civil, los partidos políticos, las instituciones, los colectivos ciudadanos se manifiesten en este sentido y exijan al gobierno presente esta única fórmula jurídica patriótica para garantizar la soberanía de los manantiales del Silala (Quetena)”, concluyó.
ARGUMENTOS DE CHILE
Los argumentos que utiliza Chile para reclamar propiedad y derecho de Las aguas de los manantiales del Silala.
1. Las aguas que cruzan la frontera hasta territorio de Chile no son de origen fluvial, concretamente un “curso de agua continuo” y que compartirían ambos países una cuenca hidrológica.
2. Que Bolivia no sentó soberanía ni hace uso de las aguas, así como tampoco reclamó éste el uso en más de 100 años.
3. El Estado demandante reclama por el uso razonable y equitativo al que dice tener derecho y pide el total de las aguas que actualmente hace uso (100%) porque lo necesita basándose en el Derecho Consuetudinario.
4. Que Bolivia aceptó que se trataba de un río o “curso de agua continuo “por más de 100 años, por documentos obtenidos en distintos gobiernos.
5. Que Bolivia tiene la obligación de tomar medidas oportunas que pudiera tener efecto negativo e intercambiar una información cuando proceda una evaluación de impacto ambiental para permitir que el país demandante pueda evaluar posibles efectos de tales medidas. Obligaciones que Bolivia ha incumplido.
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