Más de 40 mil bailarines lucieron sus mejores galas

En la tradicional entrada del Gran Poder se exhibieron miles danzarines, quienes mostraron la interminable riqueza folklórica que tiene Bolivia. Cerca de 70 fraternidades que representan a más de 40 mil danzarines y 8.000 músicos cumplieron el recorrido de al menos ocho kilómetros. La entrada comenzó en la plaza Garita de Lima y finalizó en la avenida Simón Bolívar.

Representantes de numerosas organizaciones internacionales estuvieron pendientes del acontecimiento, los representantes disfrutaron de los bailes, la música y la devoción de la muestra folklórica.

La Asociación de Conjuntos Folklóricos del Gran Poder espera que la Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (Unesco) declare la fiesta como Obra Maestra del Patrimonio Oral e Intangible de la Humanidad. En abril de 2017 se presentó la postulación de la llamada “Fiesta mayor de Los Andes” ante esa instancia cultural más importante para que esta festividad sea parte de la lista de Patrimonio Oral e Intangible del mundo.

La festividad comenzó con rituales y ofrendas realizadas por el consejo de amautas, sabios aymaras. Esta celebración nació a principios del siglo pasado con fiestas indígenas en barrios populosos de La Paz, pero se convirtió en una masiva muestra folklórico-callejera alrededor de 1940.

Como cada año, el acontecimiento destaca por la variedad de coreografías, los diseños y el colorido de las vestimentas, la alegría, elegancia, y devoción de los protagonistas.

Una de las danzas que predominó fue la morenada, en la que tanto mujeres como hombres bailan a un paso cansino junto a otros personajes. Los denominados “morenos” llevan máscaras, pesados y costosos trajes.

La exhibición folklórica de ayer también presentó otras danzas como el tinku, el pujllay, la llamerada, kullaguada, caporales, sicuriada, suris, inkas, tobas, saya y la diablada, entre otros.

La Unesco ha reconocido en Bolivia cuatro bienes culturales como patrimonio inmaterial entre ellos está el Carnaval de Oruro y la “cosmovisión andina” de los médicos indígenas kallawayas.