Caos legal en el fútbol

Comenzó el campeonato clausura del fútbol de la división profesional y las controversias de orden legal continúan, y tuvo que ser la enérgica decisión de la Federación Boliviana de fútbol de determinar el inicio del mismo pese a la oposición de FABOL que protegía a los jugadores de los clubes de Sport Boys y San José, entidades que siempre han estado desfasados en el pago de los salarios mensuales a sus jugadores.

Estos incumplimientos y otras controversias han dado lugar a que los deportistas acudan directamente a la Justicia Ordinaria, promoviendo Amparos Constitucionales sin que hayan agotado todas las instancias previas a este heroico recurso. Recordemos que la F.B.F. en la división profesional tiene dos Tribunales, uno de Justicia deportiva y otro de Apelación. Estos tribunales tienen como objetivo sancionar la indisciplina e incumplimiento a sus reglamentos de todos quienes son parte del fútbol, marginándose de tratar los temas laborales y constitucionales llamados a dictar sentencias solo en el ámbito deportivo.

Paralelamente, surge el ilegal Tribunal de Resolución de Disputas, ente que fue creado por la anterior Ley del Deporte y su normativa procesal por el reglamentado de la misma, instrumentos legales que fueron abrogados con la vigente nueva Ley Nacional del Deporte que dejó sin vida jurídica al señalado Tribunal que sigue administrando justicia laboral al margen de la Ley, ya que la Constitución Política del Estado establece que el Poder Judicial a través de sus Tribunales de Trabajo , son los únicos que pueden administrar justicia laboral, prohibiendo la creación de Tribunales especiales como en este caso.

Ahora también aparece el TAS, Tribunal de última instancia para todos los deportes con asiento en Suiza, donde recurren los clubes como los deportistas sin haber agotado las instancias locales y de la FIFA, que tiene a la Cámara de Resolución de Disputas como tribunal para dirimir las controversias a la que no acudieron los interesados en los problemas de reciente data del fútbol nacional. El instrumento legal que realmente está en vigencia y amparado por nuestra economía jurídica es el DECRETO SUPREMO No. 23570 de 26 de julio de 1993 que INCORPORÓ AL DEPORTISTA PROFESIONAL A LA LEY GENERAL DEL TRABAJO, disposición que hizo y hace respetar los derechos laborales de los futbolistas ante la justicia ordinaria y que garantiza el pago de sus derechos laborales hasta el último centavo, y no mediante chantajes de FABOL de no iniciar campeonatos por la falta de pago a los jugadores amparándose en el TRIBUNAL DE RESOLUCIÓN DE DISPUTAS cuyas resoluciones jamás se cumplieron y que por la ineptitud de los equipos jurídicos de los clubes profesionales hace que siga subsistiendo el mismo que atenta a la normativa laboral establecida en el País.

Como se puede apreciar, toda actividad personal o institucional se rige bajo Leyes y normas, y lastimosamente nuestro fútbol al margen de ser el último en Suramérica, también ocupa ese sitial en el ámbito legal por falta de respeto y sometimiento a la Ley.

Dr. Edgar Linares Mariscal,

fundador y ex asesor legal de Fabol