Nuestro Amazonas de Tercer Mundo

Hace muchos años que vivo en “occidente” sin ser occidental. He transitado las viejas calles ataviadas de tanta historia. Me he nutrido de las formas de un “país de Primer Mundo”; sin embargo hay algo que no he podido digerir hasta ahora (y creo que no lo podré lograr). Es esa vieja forma de discriminar de forma habitual en todas las plataformas de opinión posibles: ¡“País bananero”! ¡“País Tercer Mundista”, expresión despectiva que se utiliza para identificarnos como países subdesarrollados; como alumnos destacados de la más alta corrupción, obreros constructores de los peores estados democráticos, actores reales de las más execrables actitudes humanas. En síntesis, de lo más tóxico de la especie humana. Es lamentable, carente de razonamiento y sentido común.

Y menciono este hecho por la reacción, mejor dicho la poca acción, en países de Primer Mundo con respecto a lo que está sucediendo en los pulmones del mundo, en ese Amazonas tan imponente y tan indefenso. Países como Brasil, Bolivia, Paraguay y ahora Perú sufren por el voraz fuego que consume extensas aéreas de bosque desde hace muchos días, dejando tras de sí una estela trágica e irreparable. Flora y fauna única en su género, destruida. Viviendas humildes calcinadas, ¿puede haber mayor desgracia que ese gran incendio? ¡Se están quemando los pulmones del planeta!, no solo para quienes vivimos ahora sino para generaciones posteriores. Y la reacción de los países desarrollados es nula... nula. Claro, ¡somos el Amazonas de Tercer Mundo!

No es la rabia por la impotencia que me impele al reclamo, es la desazón de un corazón atribulado por la inacción.

Para la reparación de la Catedral de Notre Dame, una joya de la historia mundial, pulmón de la fe -como alguien mencionó-, se recaudó en 24 horas la suma de $280.000.000 en donativos. Para el Amazonas, pulmón de la tierra, $0,00 en donativos, en 17 días.

Es verdad, ¡no somos el Primer Mundo!

La triste realidad es que somos países “bananeros”, “tercer mundistas”.

El mundo está más al sur, cuando piensa que está más en al Norte.

Madrid-España.