La marcha por la vida

El silencio del Gobierno respecto al pedido de los rentistas es prueba clara de que se inició un periodo de genocidio. El atentado que están sufriendo los jubilados no causa ni la menor señal de sensibilidad en los altos personeros del Estado. El silencio y el nomeimportismo es la mejor arma con que cuentan. Dicen que no hay recursos o que el gasto crearía un déficit significativo, pero qué pasa con las grandes erogaciones en propagandas, continúa la compra de helicópteros, y una serie de despilfarros con dizque recursos ya planificados.

Nos preguntamos si el segundo aguinaldo para el sector activo no fue política eleccionaria. ¿Por qué al iniciar está gestión se tuvo que enunciar el doble aguinaldo?

Es sabido que un beneficio para un sector determinado por el Estado tiene que ser extensivo a otros sectores y que los problemas serán continuos. Pero muy ‘’políticamente’’, ofrecieron una reunión con el Presidente para octubre, nada más paradójico, los buenos asesores dilatan el problema porque ahora no les interesa más que continuar su proselitismo y dejar a un lado las acciones de los jubilados, afirmando que éstos se van a cansar y el problema está solucionado.

Cada miembro del Estado que hace uso de la televisión u otros medios de comunicación se refiere constantemente a la renta dignidad y a su aguinaldo, que no está en juego. En lugar de tratar de atender la demanda del bono del jubilado, se ocupan constantemente del insulto a los opositores, como si ese fuera el objetivo de los que marcharon, a quienes no les importa la parte política, sino que se considere su reclamo.

Otro miembro del Estado dice que en la próxima gestión se tratará una nueva Ley de Pensiones, ¿con qué objetivo? ¿Los jubilados serán parte de esa nueva ley? Lo único que pretende el Gobierno es liquidar a los jubilados, dando largas a las reuniones, sin que exista un claro concepto del problema; sígase con la distracción, con propagandas que el 90% de los rentistas no entiende, con la sarta de números que demuestran en los programas televisivos. Esos datos no importan, sino reparar la injusticia para los que ya no producen, pero que han sido partícipes del progreso de la Nación en una u otra forma y desde donde les cupo desarrollar funciones.

La actitud del Gobierno no se justifica, es déspota, sólo porque se siente victorioso en las elecciones, creando un defraudado futuro para quienes prácticamente han cumplido con el país. La existente bonanza es también es producto de los muchos años de sacrificio de los entonces trabajadores activos, no ha sido sólo de este Gobierno. El resultado lo explotan y se jactan de que la economía es una de las avanzadas entre los países latinos. Pero el pedido que se realiza no desequilibrará esa buena política económica, por lo tanto el Gobierno tiene que dar una respuesta favorable a los miles de jubilados que según otras autoridades deben pasar al olvido.

El buen manejo económico del país no debe reflejarse solamente en gastos suntuosos, que en particular sólo demuestran un pobre criterio de algunas personas, que constantemente hablan de cifras como si realmente conocieran el efecto final al que debe llegarse. Los jubilados no declinarán en lograr su objetivo y cualquier caso de sumo extremo será solamente responsabilidad del Gobierno. También la reciente marcha fue por la vida y se la debe sentir en todos los niveles de la sociedad.