El gran premio



Armin Franulic levanta la bandera, era en un Gran Premio, otras épocas.

Este evento es considerado como “estrella” del automovilismo deportivo nacional, porque desde que comenzó a rodar por los caminos del país fue factor de integración, pero más allá de esta afirmación es la entrega de los participantes quienes se preparan con un objetivo, terminar la competencia a pesar de lo exigente que es, esa es la valoración que hacen los organizadores.

Qué difícil resulta para los dirigentes concretar un acontecimiento de estas características, porque definidamente es dependiente de las autoridades nacionales, quienes suelen respaldar a veces a pesar que hoy en día existe el Ministerio de Deportes, institución que desde su creación no justifica su accionar y en síntesis no cumple del por qué se creó.

Hasta hoy, no existe una política deportiva nacional, que en consideración de los afectados no participaron o no los convocaron a aportar su experiencia propia; se piensa que con la organización de juegos internacionales será la solución para mejorar el nivel de los deportistas en cualquier disciplina y esa idea no es la correcta.

En el Ministerio de Deportes, hay más abogados que personas que saben de deportes, peor aún cuando quieren hacer seminarios los mismos que tienen un contenido ya aprobado por ellos desconociendo el cómo se desenvuelve cualquier actividad deportiva.

Nadie cree que el Ministerio de Deportes dedica su labor a organizar competencias pedestres o campeonatos de cualquier deporte cuando existen federaciones con más de 70 años de vida y que en ese tiempo fomentaron, organizaron y desarrollaron su disciplina, pero eso no cuenta para los nuevos dueños del deporte.

En consideración de las personas involucradas en el deporte la función del Ministerio de Deportes tiene que ser otra, porque fomentar no es entregar material deportivo o establecer convenios que solo se benefician algunos deportes cuando hay más de 30 disciplinas, algunas de ellas complejas en su tarea.

Una de las exigencias del Ministerio de Deportes es la presentación del POA, pero los dirigentes de las federaciones se preguntan para qué si lo presentado no sirve, ya que, el Ministerio tiene su propio POA donde se prioriza las obligaciones administrativas de sus dependientes. El automovilismo deportivo es dinámico en su funcionamiento porque los constructores y fabricantes de los accesorios tienen una visión amplia, el cual los nacionales intentan estar a la par en su concepto verdadero, pero no hay apoyo para seguir avanzando, un ejemplo claro son los dos títulos internacionales logrados por Eduardo Peredo o los subcampeonatos de Armin Franulic, Roberto Saba o Luis Burgos.

En Bolivia hay pilotos de buenas condiciones, solo esperan poder recibir el aporte del Estado tal cual dice la Constitución Política del Estado para consolidar a nuestro país en el contexto deportivo internacional.

La Federación Boliviana de Automovilismo Deportivo quiere institucionalizar la realización del Gran Premio, pero necesita consolidar su forma de recolectar los fondos necesarios para organizar los grandes premios sin depender, ojala pueda hacer este sueño realidad, porque así ocurre el automovilismo deportivo nacional será la primera disciplina por ser seria y responsable.

 
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