Deja de quejarte y vive

Muchas veces pensamos que la persona no tiene el respeto por nuestro tiempo y que por eso te hace esperar cuando formaliza una cita en un café, pero también a una parte de ti misma le gusta esa situación para tener algo de qué quejarse y te hace sentir superior, no culpes a los demás por tu irritación, mal humor.

La primera solución es: o dejas de citarte con esa persona o te llevas un libro interesante para leer mientras esperas o llegas más tarde, ya que sabes que se va a retrasar o simplemente decirle que ya no le esperarás más.

No hay motivo para sentirte molesto, cambia tu punto de vista, ya que al querer esperar lo mismo de los demás te frustrarás cada vez más.

Siempre ve el lado positivo de cada situación, si aún te duele tu divorcio, reflexiona acerca de lo que tú ganaste, como nuevos amigos, nuevas formas de administrar el dinero, libertad, menor dependencia, iniciar un nuevo amor, viajar, retomar las cosas que te hacían feliz, acercarte a la familia.

Cuando tú finalmente dejes de culpar a otros por tu vida, ya no te quejarás, no tendrás nada que hablar con tus amigos, pues quejarse es una costumbre y necesitas sustituirla por algo más positivo.

Evita culpar a los otros de los malos sentimientos que te inspira la vida. No existe nada fuera de ti mismo que pueda controlar tu pensamiento y tus actos.

Evita culparte a ti mismo, por no tener el control, date cuenta cuando estés desempeñando el papel de víctima, decide lo que quieres en la vida y obra de acuerdo con ello, deja de esperar de las personas. Elige el camino que contribuya a tu crecimiento y te haga sentir en paz contigo mismo y con los demás.

Todo en la vida pasa y lo único que no puedes recuperar es el tiempo, tienes mucho por vivir, muchas experiencias diarias que te prueban para ser mejor cada día, para decidir si vas para arriba o para abajo, si prefieres la frustración, el sufrimiento.

Cuando sientas sufrimiento, miedo, dolor, tristeza, soledad o malhumor recuerda que va a pasar, esto también pasará, respira despacio y profundamente y déjalo ir.

Cuando descubras cuál es el propósito en la vida, descubrirás quién eres, que es muy distinto a simplemente existir o sobrevivir, tantas personas han muerto existiendo en sus cuerpos, pero sin vivir y sin saber quiénes eran.

Vive tus experiencias, tus situaciones, tus amores y tu momento. No esperes llegar al final de tu vida para despertar, vive como si fuera el último día, porque en realidad lo es.

Cada minuto que pasa muere la persona que eras y ahora eres otra, por eso es que puedes cambiar, cada día eres alguien nuevo y puedes dejar atrás tu pasado y vivir en el eterno presente.

La autora es Psicóloga terapeuta.

marielabaldiviesolema@gmail.com