Publicidad

    



[Ramiro H. Loza]

Sociedad, racionalidad y burocracia


La racionalidad debe ser la norma proactiva de la sociedad moderna. El Estado que es su representante político debe compenetrarse de racionalidad en sus actos y en sus decisiones. La administración que es el instrumento de realización y de relación con los ciudadanos no puede ni debe alejarse del norte que le señala de racionalidad. Lo contrario sería caer en la ineficiencia y la discrecionalidad. La administración se resuelve a través de la burocracia o de sus agentes gestores.

Max Weber denomina a la burocracia como la expresión moderna más caracterizada de la racionalidad. Es más, para el célebre autor el Estado es el “agente de la racionalidad avanzada de la sociedad política”. Max Weber fue filósofo, sociólogo, jurista y economista, como se conoce, y es considerado el padre de la sociología moderna, lo cual le otorga plena autoridad.

La racionalidad no puede ser ajena a los valores, como no lo fue para el eminente alemán, quien distinguió “la racionalidad adapata a un fin” y “racionalidad adaptada a ciertos valores”. Esto nos lleva a suponer sin temor de yerro que un valor indispensable de la administración y de la burocracia es la ética y el bien común, si hemos de elevar éste a la categoría de valor. Al respecto Dupont-White, sintetizó “el hombre menos sus pasiones”. En el país estas pasiones se dan nítidamente en la burocracia al influjo de la política y por los intereses personales. El termino burocracia no se limita a la administración propiamente dicha sino que de manera general abarca los Órganos del Estado (Legislativo, Ejecutivo, Judicial y Electoral) y al resto de los organismos descentralizados, etc.; a sus miembros y dependientes.

Se afirma que el rezago del Islam en relación al desarrollo capitalista de Occidente, tuvo su origen en la preponderancia del factor religioso musulmán, alejándolo de los parámetros de racionalidad, según tratadistas posweberianos. Con anterioridad Weber había auscultado algo similar en China. Suponemos que esta apreciación señala a la China anterior a mediados del siglo XIX.

Volviendo la mirada al país, se comprueba no sólo la falta de racionalidad sino la irracionalidad con la que se maneja su suerte a todo nivel, tributando al indicado excesivo politicismo patrimonialista y usufructuario del poder, tomado a modo de botín de guerra.

En estos últimos quince años predominó más que nunca esa tónica en todos los ámbitos estatales y ahora se hace presente desde los albores del nuevo Gobierno. Harían falta 136 ministerios dice el electo Luis Arce para complacer las peticiones de los sectores sociales populares. Otra muestra de irracionalidad es, sin duda, la composición de la nueva Asamblea Legislativa, enfatizada en lo que ya se puede llamar oficialismo. Abundan anónimos electos en mayoría. La complacencia para cosechar votos fáciles, no concibe siquiera una cualificación racional de sus legisladores, continuando las irracionalidades precedentes en el mismo Órgano, sin mucho distingo de lo acontecido antes del 2006. Estos antecedentes no permiten esperar algo mejor del Órgano Ejecutivo, de sus agentes ni de la gradación administrativa de la burocracia correspondiente, seguimos “marchando en el mismo sitio”.

loza_hernan1939@hotmail.com

 
Revistas

Usurpado el 7 de octubre de 1970, por defender
la libertad y la justicia.
Reinició sus ediciones el primero de septiembre de 1971.

EL DIARIO
Decano de la Prensa Nacional
Miembro de la Sociedad Interamericana de Prensa y la Asociación Nacional de Prensa.

Dirección:

Antonio Carrasco Guzmán
Presidente del Consejo de Administración

Jorge Carrasco Guzmán
Gerente General

Rodrigo Ticona Espinoza
Jefe de Redacción

"La prensa hace luz en las tinieblas
y todo cuanto existe de progreso en el mundo
se debe a su inagotable labor"...

JOSÉ CARRASCO


Publicidad
Portada de HOY

JPG (840 Kb)      |      



Caricatura

 
Publicidad