Los padrinos políticos del Parlamento

Con el buen humor de las elecciones del 18 de octubre de 2020, llega un nuevo gobierno, donde la Asamblea Nacional no aportó nada al país y se va cometiendo actos irregulares, a favor del Ejecutivo y en contra de quienes se oponen a este. En este sentido, el Movimiento al Socialismo pretende rayar la cancha con una reglamentación que hace saltar la banca. Veamos esta proeza a continuación…

¿QUÉ SE QUIERE?

Para un verdadero Poder del Estado Boliviano (La Asamblea Nacional) -que dispone de medios de ejercer el Poder Legislativo, de controlar al ejecutivo y de tomar las decisiones que incumben al plano nacional- se quiere que sus decisiones sean tomadas por simple mayoría, sin tomar en cuenta la opinión de la oposición. Con ello, la futura Asamblea Nacional afecta el funcionamiento de las Comisiones, el número de sus componentes y el tiempo de ejercicio de sus competencias; en síntesis, los poderes de las comisiones de investigación serán restringidas.

Lo contrario está en la norma. La oposición quiere que todo vaya en derecho, inclusive la reunión del Parlamento a sesiones extraordinarias sin que el Presidente pueda oponerse. No hay nada que “coordinar” cuando un buen gobierno respeta las normas de derecho y puede inscribir prioritariamente, en el Orden del Día de la Asamblea los proyectos de ley que necesariamente se debatan.

Más, como van las cosas a 28 días del mes de octubre, de manera práctica se tendría un parlamento en crisis profundamente golpeada, frente a la opinión mayoritaria y sus decisiones serán difícilmente aceptadas por una sociedad dividida.

LA EXPLOSIÓN DEL SENTIMIENTO NACIONAL

A pocos días de la victoria electoral del MAS (27 de octubre de 2020) y sus proyecciones autoritarias, el rechazo va en aumento, –de momento- con un Amparo Constitucional; luego, se ejercitarán medidas de hecho para evitar las modificaciones de manera que su aplicación no conduzcan a anular las competencias autónomas del Parlamento. Por lo tanto, entre otras cosas, el sistema del voto bloqueado debe ser limitado a un procedimiento nuevo aplicable a textos financieros, a planes concebidos, a proyectos de ley, acuerdos internacionales, los proyectos de ley relativos a las libertades públicas.

La iniciativa parlamentaria en materia de gastos debe ejercitarse, bajo la condición que cada gasto lleve recetas de compensación y proposiciones de disminución cuya realidad debe ser fácilmente constatable.

En un panorama semejante se evitaría proceder con la consabida nominación de gente partidista para que sirva al gobierno concentrado en una persona, si bien los viejos lobos de la política se muestren voluntariamente ambiguos y moderados; pero llegará inexorablemente el estallido de la conciencia nacional que se la prepara desde ya, frente al riesgo mayor o el retorno del Poder Individualizado que manejo Juan Evo Morales Ayma durante 14 largos años; campeones de un manejo autoritario del Estado que retoman no solamente el Parlamento, también la Judicatura en intensas batallas políticas. Por lo mismo, solo queda esperar que la sabiduría, la sana razón y la preeminencia del derecho se sobrepongan sobre las pasiones, sobre el espíritu del nuevo Poder Ejecutivo desequilibrado. En alternativa contraria, lo peor vendrá irremediablemente.