No hay secreto

Señor Director:

En un régimen de libertad, basado en democracia, es posible atender por igual las necesidades espirituales y materiales del ser humano. Los ordenamientos jurídicos realistas y adecuados son las mejores herramientas de trabajo. Las leyes deben asegurar una correcta distribución de la riqueza y hacer que los miembros de la comunidad tengan incentivos lógicos para trabajar y producir. La prosperidad general es la suma organizada de esfuerzos individuales.

El sistema jurídico no debe proteger al holgazán, al inepto, ni perdonar al deshonesto, sí debe asegurar el progreso de quien haga méritos para merecerlo. Las conciencias individuales repudian el injusto ordenamiento económico social que condena a la miseria a una mayoría, en beneficio de pequeños grupos que no quieren comprender que su política es suicida.

Los que consideran que en un sistema democrático son explotados, pueden tender hacia el comunismo, aunque no sepan mucho sobre esa ideología. Pero cuando llegue el desencanto será tarde para ellos y para las ciegas clases dirigentes incapaces de comprender las exigencias de una hora difícil y de cumplir una función social y educadora.

¿Cuál es el secreto de la prosperidad?, no lo hay. Es una verdad muy simple: colaboración. Cuando cada boliviano ponga su esfuerzo, sin egoísmo, sin enriquecerse a costillas de los demás, se irá avanzando hacia el camino del “paraíso”, uno terrenal para que los hombres disfruten del resultado de su esfuerzo.

Hermógenes Sócrates Apaza

C.I. 233268 L.P.