400 adolescentes están recluidos en cárceles para adultos

Las autoridades del Ministerio de Justicia y el representante de Justicia de la Cooperación de Italia informaron que en el país existen unos 800 adolescentes con responsabilidad penal en distintos recintos penitenciarios, de los cuales el 50% está en cárceles para adultos, 35% en centros de rehabilitación y el resto en proceso de transición a estos centros.

El viceministro de Justicia y Derechos Fundamentales, Diego Jiménez, informó que para la rehabilitación de los adolescentes, las gobernaciones deben construir centros de reorientación.

Jiménez indicó que Bolivia cuenta con sólo dos centros de rehabilitación, Qalauma, en La Paz, y Semicruz, en Santa Cruz, donde se encuentra una parte de los adolescentes.

Yana Rojas, responsable del área de justicia y análisis normativo del Viceministerio de Justicia, dijo que del total de adolescentes detenidos se tenían registrados más de 100 sólo en Santa Cruz.

Explicó que existen otros 100 menores que están en proceso de ser conducidos a Semicruz o a otros espacios habilitados por la gobernación cruceña.

El centro Qalauma, en La Paz, tiene entre 150 y 180 adolescentes, a los cuales se espera sumar algunos más para llegar a 200 aproximadamente.  

TRASLADO

Rojas señaló que en las cifras totales de ambos centros están incluidos adolescentes que provienen de otros departamentos, y que por falta de predios especiales son trasladados a Santa Cruz o La Paz.

“Tenemos un 82% de adolescentes con medidas privativas de libertad y aproximadamente un 52% de estos adolescentes por el tipo de delito (que cometieron) no deberían estar privados de libertad”, expresó Rojas.

Según las autoridades, la pena de privación de libertad debe ser la última medida a aplicar a los menores entre 14 y 18 años, porque lo que se busca es la rehabilitación para que no reincidan en los delitos que cometieron.

Roberto Simoncelli, responsable de justicia del proyecto Mundo de la cooperación Italiana, dijo que “no hay datos muy puntuales” porque no se cuenta con “un sistema informático”, pero restan “otras 400 personas” de las que aún se debe revisar los casos y ver la posibilidad de que sean trasladados a los centros de rehabilitación. (ANF)