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Aseguró crucial combatir desinformación

OMS dice que virus no es una pandemia


Ginebra.- La Organización Mundial de la Salud (OMS) informó ayer que la nueva epidemia de coronavirus no se ha convertido en una pandemia sino en un brote con múltiples efectos adversos, y que es crucial combatir la "epidemia de información", rumores o falsas noticias al respecto.

La doctora Sylvie Briand, directora mundial de preparación para riesgos infecciosos de la OMS, señaló en una sesión informativa en Ginebra que la organización cree que el brote no ha sido una pandemia, sino un brote "con múltiples efectos adversos".

El motivo de esta afirmación es que el 78 por ciento de los casos en China hasta el momento provienen de la provincia de Hubei, que es el epicentro del brote, con una intensa transmisión de persona a persona. Fuera de Hubei hay casos de "contagio" que son personas infectadas antes del cierre de la zona que se trasladaron a otros lugares del país. Los otros 23 países donde se confirmaron casos confirmados han sido similares.

La doctora Briand añadió que las autoridades chinas han implementado "medidas de mitigación" para reducir la transmisión al exterior de Hubei, y también están construyendo hospitales para tratar a las personas y reducir la mortalidad.

Tanto fuera de Hubei como en otros países la estrategia actual es detener la transmisión para asegurarse de que no haya un segundo escenario como el de Hubei. Para ello, los países están aplicando la detección temprana de casos, el aislamiento temprano y el tratamiento de pacientes, el rastreo de contactos y medidas de distanciamiento en lugares de riesgo de transmisión, una estrategia apoyada por la OMS.

Mientras tanto, la "epidemia de información" a la que la doctora Briand se refiere como epidemia de rumores o información falsa que circula al mismo tiempo, podría obstaculizar las medidas para combatir el virus.

Así, ha citado los ejemplos de la fiebre amarilla en Angola hace varios años y el último brote de ébola en la República Democrática del Congo (RDC).

En el brote de fiebre amarilla, los rumores decían que las personas vacunadas no podían beber cerveza durante una semana, lo que condujo directamente a la caída de la tasa de vacunación; mientras que en el brote de ébola se corrió el rumor de que la enfermedad no existía, lo que obstaculizó el tratamiento para algunos pacientes. (Europa Press)

 
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