Inconveniente descenso de las Reservas Netas

Muchas veces se ha sostenido que vivir a plan de deudas y haciendo uso discrecional de las reservas netas internacionales, es lo más contraproducente que el gobierno pueda hacer. El país no puede ni debe conseguir crecimiento sobre la base de endeudar más al país y gastar las ya escasas reservas netas que se tiene. Según informaciones del Banco Central, “Las Reservas Internacionales Netas (RIN) del país cayeron en más de 1.000 millones de dólares de fines de diciembre de 2018 a 12 de abril del presente año”.

Este extremo tiene que ser preocupante para el gobierno porque las Reservas Internacionales Netas son la seguridad económica del país, la tranquilidad en la estabilidad y el apoyo que se tiene, a más de ser, en los hechos determinados por lo que se haga, la urgencia de encarar nuevos rubros que permitan ahorro.

Según el mismo informe del Instituto Emisor, “a fines de diciembre de 2018 las RIN registraron un total de 8.946 millones de dólares y al 12 de abril de esta gestión, el reporte fue de 7.917 millones de dólares, una reducción de 1.029 millones de dólares, aún queda un margen de 171 millones que puede disponer el gobierno según lo proyectado”. Se dijo que “en febrero, el Ministerio de Economía y Finanzas adelantó que el Ejecutivo proyectó para esta gestión una reducción de hasta 1.200 millones de dólares de las reservas internacionales por la importación de maquinarias y equipos destinados a acrecentar la capacidad productiva del país”.

El problema es muy grave, especialmente si no se conoce cuáles son las inversiones que realizará el gobierno en la presente gestión y menos menciona las razones por las que, parece que forzosamente, debe recurrir a gastar las RIN sin medida alguna y tampoco explica cómo se puede basar el crecimiento en más endeudamiento y en disminuir las RIN, que deberían conservarse intactas por ser la reserva no solo monetaria sino moral del país.

En el criterio y sentimiento de analistas, economistas, empresarios y colectividad existe la certeza de que el gobierno debe abstenerse de inyectar más dinero a las empresas públicas que, está probado, arrojan situaciones deficitarias. En todo caso, cualquier inversión que se haga a nivel público debe ser para la producción de bienes y servicios que no existan en el país y no resulten competitivas para lo existente; pero no hay explicación alguna y solo la respuesta se basa en “gastar más de las RIN y de los endeudamientos”.

Las Reservas Internacionales Netas deben ser administradas con la máxima prudencia, tomando en cuenta que la principal fuente de ellas, la exportación del gas, se ha visto reducida en su cantidad a Argentina con la última adenda al contrato de exportación, y con Brasil se está en negociaciones por la conclusión del contrato, con una reducción de su cantidad. Igualmente el Gobierno debería ser totalmente selectivo al contraer nuevas deudas.