Desarrolla el liderzgo en tus hijos

La niñez y adolescencia son edades ideales para desarrollar habilidades en liderazgo, entendiendo este término como la capacidad no sólo se dirigirse a un grupo determinado, sino a la facultad de motivar a los demás, a partir de sus propias potencialidades y desde el lugar en el que uno se encuentre: colegio, grupos o familia.

La psicóloga Marynés Salazar realizó la charla titulada “Familias que forman lideresas y líderes en el marco de la cultura del buen trato”, en la que mencionó ciertos aspectos a tomar en cuenta a la hora de promover el liderazgo en los hijos para descubrir esas fortalezas que tienen cada uno de ellos, con el fin de promoverlas.

Cabe recordar que más allá de los conceptos que se tienen de un líder, no sólo como un excelente orador y motivador de grupos para realizar una determinada actividad, sino de aquella persona tímida que tiene el dominio de un determinado campo como el ajedrez, sirva de inspiración a sus pares para ser los mejores a partir de su ejemplo.

Entre los aspectos que menciona la profesional están los siguientes:

1 Conocer el rol y la función del grupo familiar.- Una lideresa o líder debe tener claro el rol y las funciones que cumple cada miembro de su familia, en especial la de los más cercanos como los padres, los hermanos, los abuelos y los tíos, entre otros.

“El rol de los padres consiste en proteger a los hijos, ponerles normas y reglas en su vida. Aunque muchas veces suele confundirse el hecho de que algunos progenitores crean que se debe ser amigo de los hijos, para eso ellos tienen a sus pares, lo que sí se debe es tener una buena comunicación con ellos”, explica la psicóloga.

2 Fortalecer la autoestima, autoconcepto y autosuficiencia.- Un líder o lideresa debe tener una autoestima elevada (aprecio que tiene sobre sí mismo). Además de un autoconcepto (imagen personal) y autosuficiencia (no depender de la opinión del resto). Elementos que los padres deben fortalecer a medida que los hijos crecen.

3 Reconocer que son únicos y diferente a los demás.- Muchas veces como progenitor se suele caer en las comparaciones, primero con los más cercanos como son los hermanos, en otros casos con los amigos u otras personas ajenas a nuestro entorno, ello se debe evitar en lo posible porque cada persona es única y con sus propias potencialidades.

4 Evitar el proyectarse en los hijos.- Algunos padres cometen el error de proyectarse en sus hijos, pues si por alguna razón no llegaron a alcanzar sus sueños desean que ellos lo hagan, sin ponerse a pensar que cada uno de ellos tiene sus propias proyecciones.

“Por ejemplo, en una familia de médicos o de abogados, lo que los padres desean es que los hijos también continúen con esa carrera, y muchos de ellos no desean hacerlo porque tienen otra vocación. Muchas veces se sienten frustrados porque eligen una carrera que no les agrada por presión de los padres”, precisa Salazar.

5 Tener actitud de empatía, aceptación positiva y congruencia.- La actitud es una parte muy importante para el desarrollo del liderazgo, en particular, la empatía (ponerse en el lugar del otro), la aceptación positiva (reconocer que somos valiosos y queridos) y la congruencia (coherencia entre lo que se dice y hace).

“Cuando como padres les pedimos a nuestros hijos que realicen una actividad determinada y nosotros no podemos hacer, es ahí cuando no existe coherencia entre lo que le decimos y hacemos, comúnmente se dice que el ejemplo vale mucho más que las palabras”, dice Salazar.

6 Escuchar con atención no necesariamente es oír.- No es lo mismo escuchar con atención que oír. En ocasiones se les dice a los hijos sí te escucho mientras realizan otras actividades al mismo tiempo, pero en realidad lo que se hace es solo oírle sin detenerse a pensar en lo que dice y las inquietudes que pueda tener al respecto.