La cuarentena y sus consecuencias

La cuarentena vigente por el Covid-19, calificada como pandemia sin diagnósticos científicos elaborados por inmunólogos, neumólogos e infectólogos, ni un plan estratégico basado en estadísticas y pruebas precisas que hubiera permitido detectar con exactitud a las personas portadoras del virus, para aislarlas, tratarlas y curarlas -porque primero hay que diagnosticar para después tratar y curar-, hace ver que no se tuvo en cuenta que todo se gana con previsión, estrategia y la ayuda de Dios.

Consiguientemente, tenemos las consecuencias siguientes:

1.- El miedo, la depresión, el estrés, el trauma, la ansiedad severa, y el hambre vinculado con la cuarentena podrían originar una psicosis colectiva y trastornos mentales como esquizofrenia y paranoia; que a su vez podrían afectar la personalidad de niños, adolescentes, jóvenes, personas mayores y de la tercera edad; situación que no parece haberse previsto. Porque obligar a casi diez millones de bolivianos a no salir de sus casas ni para ir a trabajar y estar en calidad de confinados, no hay duda que tiene que tener consecuencias, porque no se justifica que personas que han sido libres estén prohibidos de salir de sus casas sin haber cometido delitos ni estar infectados. Al parecer, por ello, otros países no están en cuarentena ni encapsulados.

2.- El incremento hasta más de dos mil infectados, y más de cien fallecidos hasta el presente, que tienen relación con las alteraciones psicológicas referidas, a cuyos infectados no se pudo atender, en muchos casos por temor al contagio, y los fallecidos que han sido cremados sin poder ser despedidos por sus seres queridos; hace ver una falta de estrategia adecuada contra el Covid-19. Por cuya consecuencia se incubó el miedo, el desconcierto, la rabia y la impotencia.

3.- Obligar a usar barbijos a todo el pueblo no parece ser convincente; porque tendría consecuencias en el aparato respiratorio, según renombrados médicos a nivel mundial. Por ello se recomienda que solo personal médico los use.

4.- Para combatir al virus, no se ha recomendado públicamente vapores de eucalipto, manzanilla, wira wira, ni mentisan -ni alimentación adecuada para las defensas orgánicas y evitar la desnutrición-, pese a su efectividad sostenida por médicos y homeópatas; que aseguran recuperación en seis días. Falta de previsión que sería consecuencia del incremento de los infectados y los fallecidos.

5.- No haberse hecho autopsias ni necropsias –por el temor a contagios-, para saber quiénes murieron como consecuencia del Covid-19, sumado al miedo, la depresión, el estrés, el trauma, la ansiedad severa, el hambre, psicosis referidas y la cremación de muertos no despedidos por sus seres queridos; podría tener consecuencias de desconfianza, desacato y rebeldía del pueblo, porque pareciera que algo se oculta por temor a la verdad. Al respecto resulta útil leer “en nombre de dios” de David Yallop, prohibido por el Index, que refiere cosas que se habría hecho en nombre de Dios.

6.- Por la cuarentena, los trabajadores con salario e informales no pueden trabajar; porque están prohibidos de salir de sus casas. En consecuencia, tendremos muchas fuentes de trabajo cerradas, trabajadores desempleados, hambre, problemas familiares, y una crisis económica difícil de solucionar, con repercusiones en toda la sociedad, junto al incremento de la delincuencia causada por la desocupación y el hambre, como dice la criminología. Crisis que tendrá que solucionar el próximo gobierno legalmente establecido.

7.- La cuarentena en política tiene sus consecuencias buenas y malas, dependiendo del cristal con que se mire; de hecho unos quieren elecciones y otros no, con sus propias ideas. Pero ello lo viviremos en los próximos meses, no sabemos cómo, porque aún no está resuelto el antiguo litigio que proponía elegir entre un ignorante bueno y un sabio malo; además la política es tan sorprendente que alguien dijo que se traga sapos.

8.- Finalmente, por lo expuesto y teniendo presente que “no hay mal que por bien no venga”, como dice el refrán; la consecuencia positiva del coronavirus podría ser que la llamada “clase política” prepare sus propuestas, planes y programas de gobierno, para las próximas elecciones que se vislumbra que serán destinados a solucionar todos los problemas, para convencer y captar el voto del pueblo; porque al parecer las campañas políticas tendrán que realizarse virtualmente y sin concentraciones multitudinarias en plazas, avenidas y lugares públicos. Porque como consecuencia del coronavirus, todo cambiará.

Por ello, amparado en el derecho a la libertad de expresión, y consultando las medidas adoptadas en Suecia, Holanda y otros Estados que no declararon cuarentena total; se sugiere que la cuarentena sea flexibilizada y suprimida gradual y científicamente, porque en su nombre no se puede obligar a quedarse en casa y no trabajar, sin violar la Declaración Universal de Derechos Humanos.