Marcelo Miranda Loayza

3) El valor justicia. La justicia en la actualidad nos deja a todos con un mal sabor de boca, vemos todos los días cómo los operadores de justicia se venden al mejor postor, cambiar esta imagen negativa resulta primordial para las nuevas generaciones, pues se tiene la equívoca idea de que solo el poder obtiene justicia. Ser justo con las personas que nos rodean tiene que ser una premisa de vida, y no solo eso, vivir en justicia (dando a cada quien lo que le corresponda) no solamente es cuestión de un buen aparato judicial, es prioritario para una adecuada vida en sociedad, donde la justicia con el prójimo y con toda la creación sea cuestión de vida y, por ende, de una adecuada aplicación de la norma; la justicia no debiera ser solo enseñada como una repetición de leyes y normas, requiere reflexión, inclusión y aceptación.

4) Pluralidad. Vivimos en una sociedad plural, en la cual conviven de forma pacífica y dentro de un adecuado estado de derecho diversas formas de credos, aspiraciones e ideologías, respetar la pluralidad de pensamiento y credo desde una visión académica es altamente necesario, por ende la academia es el lugar ideal para una adecuada reflexión desde la pluralidad, pero sin que con ello se caiga en un relativismo superfluo, banal e inútil.

5) Ética y Moral. La dimensión ética ha perdido relevancia dentro de las diversas ciencias, es más, pareciera que su simple mención causase urticaria. Una ciencia sin ética se sirve de sí misma, por ende el prójimo deja de tener relevancia científica, por así decirlo, re enseñar preceptos éticos y morales contextualizando sus contenidos debiera ser el eje transversal de toda malla curricular educativa.

La reflexión académica tiene que volver a ser parte intrínseca de la educación, dando prioridad al pensamiento y no a la repetición monótona de conceptos y preceptos que sólo adormece la razón y banaliza la opinión.

El autor es Teólogo y Bloguero.