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Una semana después del fallecimiento de César Luis Salinas, el fútbol nacional no vislumbra un manto de unidad como parecía, tras la muerte del ex titular. Marcos Rodríguez asumió y fue ratificado por el Comité Ejecutivo de la FBF, tomando en cuenta de que es el primer vicepresidente de la entidad y correspondía por ende la sucesión en el cargo. Sin embargo, el grupo denominado "disidente" con Blooming, Guabirá, Royal Pari y Bolívar hicieron conocer un comunicado público donde reconocían a Robert Blanco como el presidente, amparados en una normativa de sucesión de 2017. Wilstermann y Oriente Petrolero también forman parte de este grupo, pero no hicieron conocer un documento similar. El sábado, el dirigente Robert Blanco, actual Presidente de la División Profesional, calentó más el ambiente, al mencionar que "como están los Estatutos, el presidente de la FBF tendría que ser mi persona. Esto no es cuestión de candidatos, es cuestión de Estatutos. Yo lo único que digo es que a mi nadie me manda, el único que me mandaba y a patadas era mi padre cuando no hacía caso, si el Congreso me apoya después, bienvenido, voy a demostrar que se puede unir al fútbol".
