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Gobierno desagravia a indígenas

Masacre de Chaparina no quedará en la impunidad

> La octava marcha indígena fue gasificada, golpeada, maniatada y trasladada en buses desde Chaparina hasta Rurrenabaque al mando del ministro de Gobierno, Sacha Llorenti. Tiempo después partió a Estados Unidos como Embajador ante la ONU
> La presidenta Jeanine Añez anunció que el Gobierno presentará ante la Comisión Interamericana de Derechos Humanos un informe que ya está elaborado sobre la violación a los derechos de los pueblos indígenas


La octava marcha de indígenas que venía en forma pacífica a la ciudad de La Paz fue brutalmente reprimida por policías en el gobierno de Evo Morales.

A nueve años de la brutal represión a los indígenas por fuerzas policiales que intentaron impedir el arribo de la VIII marcha a La Paz en rechazo al proyecto de Evo Morales de construir una carretera por medio del Territorio Indígena Parque Nacional Isiboro Sécure (Tipnis), la presidenta constitucional del Estado, Jeanine Añez, en un acto de desagravio cumplido ayer en Trinidad, anunció que la masacre de Chaparina no quedará en la impunidad, después de 9 años sin resultados.

Un 25 de septiembre de 2011, hace nueve años, el país vivió uno de los episodios más violentos contra los indígenas en la población de Chaparina, donde efectivos de la Policía intervinieron y reprimieron con dureza la marcha de originarios que se dirigían del oriente a la ciudad Sede de Gobierno en rechazo a la construcción de una carretera a través del Tipnis y en demanda del respeto a su territorio.

Después de 9 años de represión, la presidenta Jeanine Añez ofreció ayer un acto de desagravio a los pueblos indígenas del Tipnis y anunció que como un acto de justicia, hasta fin de mes, el Gobierno presentará ante la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIHD) un informe que ya está elaborado sobre la violación a los derechos de los pueblos indígenas.

Manifestó que ese agravio por parte del gobierno de turno no debe quedar en la impunidad porque las personas que marcharon lo hicieron por defender la identidad de los pueblos indígenas, porque la cerrera que el MAS impulsaba estaba destinada a arrasar con el escenario de vida donde se desarrolla la cultura de esos pueblos.

Asimismo, expresó que ese hecho hubiera significado un daño irreparable a la naturaleza boliviana, al continente y en consecuencia un daño gravísimo para el propio planeta. La Presidenta aseguró que la marcha también estaba defendiendo una visión de vida y una visión de futuro que consiste de armonizar la naturaleza con el desarrollo económico.

“Con este desagravio, yo quiero restituir la confianza del Estado boliviano en los pueblos indígenas y sus causas que son universales y quiero agradecer a todas las mujeres, hombres, niños y ancianos que se atrevieron a marchar a pesar de las amenazas, sabiendo que podían sufrir abusos de un gobierno abusivo que los utilizó como bandera en los niveles internacionales”, expresó en el acto.

Criticó el cinismo, el doble discurso y la doble moral de las anteriores autoridades del Gobierno que, de manera recurrente, se atreven a hablar todavía de la madre naturaleza y del respeto que se les tiene a los pueblos indígenas.

Por otro lado, el exdirigente de la Confederación de Pueblos Indígenas de Bolivia (Cidob), Adolfo Chávez, pidió al Gobierno nacional informar a la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH) sobre la violación de los derechos del movimiento originario durante la brutal intervención de la Policía en Chaparina, hace nueve años.

“La Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH) admitió la demanda, por lo que corresponde al Gobierno hacer un informe para sustentar los vejámenes cometidos el 25 de septiembre de 2011”, dijo.

Chávez enfatizó que los autores de esos hechos deben ser juzgados en los estrados judiciales, entre ellos, el expresidente Evo Morales, el exministro de Gobierno, Sacha Llorenti, y otras exautoridades.

 
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