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Cómo frenar la violencia en cuarentena

Yackieline Rodríguez


La realidad en nuestro país es que durante el tiempo de cuarentena declarado por el Gobierno boliviano, desde el 22 de marzo, se han registrado lamentablemente muchos casos de violencia que han ido en aumento, en especial hacia las mujeres y los niños.

Esta convivencia obligatoria que debería suponer unión, comprensión familiar, lamentablemente para muchas familias les ha significado vivir con agresiones por parte de esposos o familiares muy cercanos. Nada menos que en el hogar, donde se supone debería ser el lugar más seguro para la mujer y sus hijos.

También es cierto que muchas familias o parejas pueden tener algún tipo de discusiones, pero lo que no es normal es que haya diferentes tipos de violencia como agresiones verbales, psicológicas, físicas o sexuales.

Pese a que constantemente se informa, se busca prevenir, quizá evitar esa cultura agresiva y muchas otras circunstancias que hacen que continúe esa violencia, no se puede negar que un factor preponderante es el abuso excesivo de alcohol y otras sustancias que provocan que estos hechos culminen en desgracias como la muerte.

Por lo tanto, se debe trabajar en prevención y, sobre todo, en ayudar a aquellas personas que sufren constantemente esta violencia. Por los porcentajes conocidos son más mujeres y niños, pero no olvidemos que en un menor porcentaje también hay varones, quienes son víctimas de diferentes maltratos.

Qué medidas adoptar

Tanto la Policía especializada, como expertos en violencia apuntan a una serie de medidas de autoprotección a tener en cuenta, especialmente en situaciones de confinamiento con un posible agresor. No son recomendaciones nuevas, pero en este contexto cobran una gran relevancia:

1.- Asegúrate de que en tu domicilio no haya armas u objetos peligrosos al alcance del agresor.

2.- No te quedes a solas con él. Si es posible, comparte con las personas con las que convivas, ya sean tus hijos o parientes. Permanece la mayor parte del tiempo acompañada.

3.- Evita las discusiones con el agresor en lugares sin salida a la calle, donde existan objetos peligrosos.

4.- Determina con algún vecino o familiar una señal de alarma.

5.- En caso de alguna agresión se debe tener facilidad para localizar los números telefónicos de emergencia y un teléfono para llamar.

6.- Debes acordar con un amigo, vecino o familiar, buscar un lugar si tienes que marcharte con urgencia del domicilio.

7.- No te sientas culpable. Ten muy presente que no eres la culpable de estar sufriendo violencia. Es responsable quien la ejerce.

8.- No dejes pasar el tiempo. No pienses que el tiempo lo resolverá. Actúa, el tiempo juega en tu contra y la violencia crecerá cada día.

9.- Protege a los tuyos. Los hijos e hijas, espectadores de la violencia y que la padecen en primera persona, lo son de manera pasiva. La vivencia diaria de la violencia se instala en el psiquismo de los menores y jóvenes y provoca un sufrimiento con efectos negativos en su desarrollo evolutivo.

10.- Recuerda que no estás sola. Busca ayuda siempre que la necesites. Tanto de personas de tu entorno como ayuda profesional (trabajadora social, médico, policía municipal, etc.).

11.- No tengas miedo y no te aísles. El aislamiento únicamente conduce a ahondar el problema o demorar la salida. Intenta recuperar tus relaciones sociales, laborales, personales y familiares. Recuerda que de la violencia hay salida.

12.- Tener siempre preparado por si tienes que marcharte precipitadamente un bolso con: ropa, documentación (tarjeta sanitaria propia y de los menores que tengas a tu cargo, carnet y pasaporte, libreta de familia, tarjetas bancarias, etc.), las llaves del coche y del domicilio.

Y si por cualquier motivo no cuentas con algún accesorio de comunicación, lo adecuado es que salgas de tu casa con tus hijos y busques ayuda con algún familiar, amigo ya que no puedes continuar callando y continuar en convivencia con tu agresor.

Si conoces a una mujer que está sufriendo violencia, no la dejes sola. Escúchala y hazle saber que estás junto a ella. Mirar para otro lado solo contribuye a empeorar las cosas.

Los profesionales ayudarán a salir del problema a cualquier persona que sufre violencia. Por las estadísticas que hoy encontramos, durante el ciclo de la violencia las fortalezas de la mujer se han ido debilitando y sus recursos personales han ido disminuyendo. Por ello, desde la psicología, es necesario aplicar el concepto de resiliencia en casos de violencia de género. La resiliencia supone un nuevo punto de vista en la atención a las mujeres y niños.

Por ello, en esta cuarentena no callemos, busquemos ayuda. Cada familia debe reflexionar constantemente, buscar las maneras adecuadas de comunicarse, fortalecer valores como el amor, el respeto, la tolerancia, la comprensión, entre otros. Asimismo, debemos aprender a ser muy empáticos para no llegar a situaciones extremas que solo causarán muchos daños, además, debemos buscar ayuda psicológica cuando nos encontremos mal anímicamente para que nos ayuden a sobrellevar ciertos conflictos y no llegar a la agresividad o aceptar la misma.

Consultas gratuitas al: 77128009

 
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