Concejo Municipal aprobará norma para propaganda política

El Concejo Municipal deberá aprobar en los próximos días una nueva normativa municipal en favor del cuidado del honramiento y patrimonio de la ciudad de La Paz, donde se sancionará a los partidos políticos que atenten contra tales patrimonios.

A pocos meses de las elecciones presidenciales en Bolivia, muchos partidos políticos ya iniciaron con la campaña política y empezaron a pintar las paredes, dejando una mala apariencia para la urbe paceña.

Al respecto, el alcalde de La Paz, Luis Revilla, sostuvo que se espera que el Concejo Municipal paceño apruebe la nueva ley sobre publicidad política en campaña electoral.

“De todos modos estamos actuando con resoluciones que existen a la mano, existen normas que nos permite establecer un mínimo procedimiento para relevar en lo que se haya infringido y establecer multas a las organizaciones políticas”, indicó.

La autoridad edil espera que en el transcurso de esta semana, el Concejo Municipal apruebe la normativa que regulará la propaganda política en la ciudad de La Paz.

En pasados días, el concejal Jorge Silva, propuso el proyecto de Ley Municipal de Propaganda Electoral, donde se establece los mecanismos y procedimientos para resguardar y en su caso reparar los bienes públicos y privados que pueden ser dañados por la difusión de propaganda electoral en procesos eleccionarios. Cuando se apruebe la ley, los infractores serán sancionados.

Según el proyecto de Ley municipal, es competencia exclusiva del Gobierno Municipal, regular la publicidad y propaganda urbana, entendiéndose la misma como la divulgación de información, ideas u opiniones de carácter político, religioso, comercial, entre otros, con la intención de que alguien actúe de una determinada manera, piense según unas ideas o adquiere un determinado producto.

En ese sentido, corresponde a la Alcaldía establecer una normativa que reglamente la difusión de la propaganda electoral en espacios de su jurisdicción de modo que está no afecte a bienes públicos en principio y no cause daños a propiedad privada, siempre y cuando esta no cuente con la autorización del titular del bien.