Muerte de niña exige rigurosa investigación

La muerte de una niña, presuntamente, a causa de la mordedura de un can de raza Rottweiler debe ser investigada exhaustivamente para establecer la verdadera responsabilidad del hecho, existen indicios que no corroboran esa posibilidad, afirmó ayer la representante de la organización Amor Por los Animales (Aplab) Bolivia, Ana Serrano.

“Corresponde ponerlo bajo observación al animal para ver su comportamiento y que este caso continúe su curso en la etapa de investigación hasta terminar con la sanción encontrando a los culpables. Según las fuentes, no se han hallado rastros de sangre ni en el osico, en las patas, ni pelaje del animal. Siendo un ataque tan fuerte a la niña, tiene que haber en el informe del Idif (Instituto de Investigaciones Forenses) las muestras de las mordeduras. Cuando un perro muerde se notan los colmillos que atraviesan los músculos”, puntualizó la activista de protección a los animales.

Serrano explicó que dentro las investigaciones, lo adecuado es someter al can a un período de observación tal como está procediendo la Unidad de Zoonosis del municipio de Cochabamba, para verificar la situación del animal si efectivamente es, o no, agresivo.

“Lo que todos queremos, por más protectores de animales que seamos, defendemos la vida especialmente de los niños que son seres inocentes y tienen que defenderse y se debe encontrar al culpable. (…) según las pesquisas y las observaciones de zoonosis, el perrito Satán no es culpable”.

El período de observación al animal está establecido en la Ley Nº 553 de “Tenencia de perros peligrosos”, que regula los aspectos de cumplimiento para tenencia. “Si queremos que se cumpla esta ley los responsables o encargados de los perros (identificados como de raza peligrosa) tienen que ser sancionados porque seguramente no han cumplido las disposiciones específicas para tener esa raza de perros”, afirmó Serrano.