Luchas mineras, Huanuni y desempleo

En el momento de su fundación, Bolivia era prácticamente un campamento minero, el mejor hospital de ese entonces estaba en Catavi.

El resto del país que no era región minera estaba abandonado, no había ferrocarriles ni caminos a Santa Cruz porque no había minas y todo estaba relacionado con su producción.

La reivindicación minera empieza en los años 1920, entre masacres y levantamientos, en especial de María Barzola, todo esto termina con la masacre de Catavi, 21 de diciembre de 1942, cuando el gobierno de Enrique Peñaranda da una lista de 19 muertos y 40 heridos. Otras fuentes señalan 40 los muertos e incluso que fueron 400.

Luego empezó a parecer una influencia del trotskismo, que se refleja en la tesis de Pulacayo, aprobada sobre la base del proyecto presentado por la delegación de Llallagua, donde se declara que el proletariado constituye la clase social revolucionaria por excelencia, los trabajadores de las minas, el sector más avanzado y combativo del proletariado nacional. Asimismo menciona el tipo de revolución que debe realizarse, lucha contra el colaboracionismo clasista, la lucha contra el imperialismo y lucha contra el fascismo.

El legado de esta lucha minera --incluyendo contra los barones del estaño, entre otros-- se convirtió en la hoy llamada EMH, la FSTMB y su ente matriz, la COB y sindicato de mineros con conciencia de clase, formación de cuadros sindicales, siempre luchando por toda la bolivianidad desempoderada.

No obstante, en la actualidad se ve diferencias abismales en lo que significa ser trabajador EMH y la población económicamente activa que no es parte de esta institución estatal, para muestra un botón.

Los jóvenes sin empleo, denominados Hijos del Posokoni, -por el mítico macizo estañífero- elevaron cartas a Comibol y ministerios, pero sin obtener resultados-, hicieron marchas (7 días) a la ciudad de La Paz, estuvieron un mes, pero todo cayó en saco roto. Les dijeron que la contratación de nuevo personal es competencia directa y privativa de gerencia de EMH y el sindicato en determinado momento tuvo apoyo del comité cívico de Huanuni (16 de enero de 2019), de FEJUVE Huanuni, pero ese apoyo ha reculado. Se habló de que la gerencia iba a contratar una empresa para velar por la seguridad de la producción de Huanuni, pero los desocupados no entraron ahí, solo gente foránea que no conoce Huanuni.

Hay denuncias de que hasta el año 2012 se ha seguido recibiendo personal, lo mismo que en 2018, pero no a los desocupados. Dan a conocer que desde 2006 no se hizo algún emprendimiento laboral que merme el alarmante desempleo juvenil. Sostienen que EMH contrata personal foráneo, actúa con total incuria hacia el desempleo local, que los mineros de la estatal menosprecian a la capital del estaño boliviano, yéndose a vivir a Oruro o Llallagua, mermando con ello la circulación de dinero efectivo, del empleo informal, afectando de manera directa a estos desempleados y actualmente sólo vive la gente desocupada de Huanuni.

Y ante todo llama la atención la alarmante indolencia que demuestran los dirigentes de la COB ante esta calamidad social.

Ramiro Ramos Andrade, ex Oficial de culturas de Huanuni.

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