Falta de pago a proveedores paraliza obras en carreteras del norte paceño

Desde hace un mes, las obras en los tramos Caranvi– Chojña; Caranavi–Carrasco; Sapecho e Inicua, entre otros, a cargo de la empresa constructora Arbol fueron paralizadas paulatinamente, según los trabajadores por la falta de combustible para las maquinarias y la falta de pago a los proveedores de material y servicios, quienes ayer se apostaron en puertas de la empresa para exigir la cancelación a la deuda.

La tarde de ayer, alrededor de 30 personas se apostaron en puertas del Edificio Onix, en la zona Sur de la urbe paceña, donde funcionan las oficinas de la empresa Arbol, para protestar por la falta de pago por los servicios prestados, en muchos casos, con retraso de nueve meses, lo que ha ocasionado que las obras en varios tramos de los Yungas y el norte paceño tengan que ser suspendidas.

“Desde diciembre no he recibido un solo pago, por el servicio de las dos cisternas de agua con las que trabajo en el tramo Caranavi – Chojña, donde la obra fue paralizada por más de un mes, porque no hay diesel para las maquinarias ni para las cisternas”, señaló uno de los proveedores de los más de 10 que hicieron llegar sus denuncias a EL DIARIO y que pidieron mantener en reserva su identidad.

Otro de los proveedores de servicios manifestó que la construcción de los túneles en Sapecho, quedó paralizada por la falta de pago a la empresa subcontratada, encargada de esta labor y que al momento cuenta con una deuda que se arrastra desde octubre de la gestión pasada.

“Las empresas se están llevando su maquinaria, ya no hay ni trabajadores en Sapecho, porque no les están pagando y día no trabajado es día de pérdida económica, la empresa Arbol nos pide que entendamos, pero a nosotros el banco no nos entiende”, señaló el proveedor de insumos.

Asimismo, los proveedores aseguran que la Administradora Boliviana de Caminos (ABC) ya desembolsó todos los pagos respectivos para estos tramos, sin embrago, a ellos no se les ha cancelado por el trabajo y que existen rumores de quiebra por una mala administración.

“Nos dijeron que como es una empresa argentina todo el dinero se estaría remitiendo a ese país, son varias empresas y con una al parecer quieren tapar las faltas económicas de la otra, dentro del consorcio está la empresa Electroingenieria que se ha adjudicado las obras en el altiplano de Tiquina y Guaqui, cuyos presupuestos estarían listos para ser invertidos en otros tramos como los del norte paceño”, señalo uno de los operarios.

En una charla entre los proveedores y personal de la Empresa Arbol, estos aceptaron que Electroingenieria y Arbol son parte del mismo consorcio, y que con los adelantos que reciban de estos dos tramos en el altiplano del departamento, se cancelarían las deudas de los tramos en el norte paceño, “van a abrir un hueco para tapar otro, nos van a pagar con un dinero que no nos corresponde, si se ha hecho el trabajo y la ABC ha cancelado, dónde está ese dinero”, se preguntaron los manifestantes.

En este contexto, varios de los presentes se cuestionaron el por qué la ABC sigue adjudicando obras a Electroingeniería, si pertenece al mismo consorcio de Arbol, que ha sido tan cuestionada en su trabajo en las vías del norte paceño, incluso por el comité de control social que se conformó en coordinación con la Subfederación de Transportes Volantes a los Yungas, quienes exigieron que dicha empresa deje las obras y se contrate a otra, ya que no contarían ni con maquinaria propia en la región, según la inspección que se realizó en abril.

En una entrevista con EL DIARIO, el dirigente de los transportistas, Andrés Patón, señaló que ya se había dado un plazo para el cumplimiento de las obras en mencionados tramos, pero que por los conflictos en el norte paceño, por el mapa electoral, los cocaleros, mineros y otros sectores sociales, hasta el momento no se ha podido hacer una nueva inspección, razón por la que ni las autoridades locales, ni pobladores se pronuncian ante este problema.

Al respecto, con el fin de solucionar de alguna manera el conflicto que se generó en puertas del edificio en el que funcionan las oficinas de Arbol, las autoridades de dicha empresa propusieron a los proveedores cancelarles el 30 por ciento de las deudas en el transcurso de la semana y el resto de la deuda hasta fin de mes, argumentando que fueron los desastres naturales los que han generado un desfase en las obras y por tanto en las entradas económicas.

Si bien, no se pudo obtener una declaración oficial, las autoridades en Bolivia de la empresa constructora, informaron que no son ciertos los rumores de quiebra ni de intenciones de abandonar el país, por lo que en los próximos días se hará lo posible por solucionar este problema que compromete no sólo a los proveedores de insumos y servicios, sino a los más 1200 empleados que aún están trabajando en las obras de Santa Bárbara – Quiquibey, considerada uno de los proyectos más importantes de toda Sud América.